Ahora es un buen momento para empezar

El primer cuatrimestre se ha llenado de mañanas enteras de lluvias de ideas (algunas muy absurdas) e hipotéticos proyectos (algunos muy excéntricos), poco a poco, elaborando y puliendo una manera de transmitir nuestros propósitos.

Empezando el nuevo cuatrimestre, nos encontramos con que (AL FIN) disponemos del tiempo y de los recursos para hacer de nuestros proyectos una realidad.

Todos conocemos el afamado “cambio climático”, ese enemigo acechador que rara vez se comenta en las noticias, y aparece cada par de semanas en un post de Facebook en el muro de tu amigo más hippie. Lo normal es que le prestemos poca atención, nos parece un problema demasiado grande y complejo, totalmente incorregible y ajeno a nosotros. Asumimos que el destino del medio ambiente está en manos de las grandes multinacionales y las entidades políticas. Asumimos que no es nuestra responsabilidad.

Pero nosotros planteamos una filosofía más bien diferente: crear un cambio sostenible en nuestro día a día, al tomar decisiones teniendo en cuenta las consecuencias que tienen para nuestro medio natural.

Son pequeñas cuestiones que nos conducirán a replantear nuestro consumo y nuestro estilo de vida, y comprender la importancia de tomar decisiones de forma más consciente.

Todos y cada uno de nosotros tenemos un rol indispensable en el cambio hacia un mundo más sostenible, y resulta crucial enfrentarnos a estos cambios desde lo más cotidiano, lo más ordinario. Animamos a que cada persona encuentre aquello que sí puede hacer para contribuir a este cambio, por insignificante que nos pueda parecer.

Partimos de que nadie puede hacerlo todo, pero todos podemos hacer más de lo que estamos acostumbrados a hacer. Desde la Oficina Verde, queremos que estas decisiones nos resulten más fáciles y accesibles, y dar a conocer su importancia y su impacto positivo.

¿Por qué ahora? Se trata de un momento decisivo en la historia, nos urge actuar ante la crisis global provocada por la escasez de recursos, y como consecuencia, el declive del medio natural. Nos resulta extraño asimilar que cosas tan comunes y aparentemente inofensivas como los alimentos que consumimos o la ropa que vestimos puedan jugar un papel esencial en esta crisis. Pero tenemos suerte, porque existen alternativas y aún estamos a tiempo.

Ahora mismo será siempre el mejor momento para darle la vuelta a nuestras vidas, para empezar a reflejar el cambio que queremos ver en el mundo.