Un tip simple: Haz productos naturales reciclando aceite

Desde la Oficina Verde sabemos que los pequeños cambios marcan la diferencia y que gestos simples pueden ayudar mucho al medio ambiente.

Por cada litro de aceite se pueden llegar a contaminar hasta un millón de litros de agua. Y como sabemos, el deterioro de la calidad del agua supone uno de los principales problemas a nivel ambiental a los que nos enfrentamos actualmente.

Los aceites y grasas residuales que producimos en nuestro día a día se tiran, a menudo por el fregadero, sin conocer las consecuencias que pueden llegar a tener, ya que deben separarse y tratarse de una forma especial, no como cualquier otro residuo.

¿Qué problemas ocasionan los aceites y las grasas?

La principal consecuencia es que, al tener menos densidad que el agua, se quedan por encima, formando una capa opaca que impide que pase la luz. Esto produce graves alteraciones para los animales y plantas de vida sésil, y en definitiva a todo el ecosistema acuático. 

¿Nuestra solución?

Hacer tus propios productos naturales reciclando aceite usado. 

• Los productos de aseo personal y cosméticos suelen contener componentes químicos, que pueden ser nocivos para nuestra salud. Por ejemplo, los ftalatos, disruptores endocrinos, que causan daños en la fertilidad, o el triclosan que promueve el desarrollo de bacterias resistentes a los fármacos actuales y disminuye el crecimiento de aquellas que nos permiten combatir a las bacterias nocivas.
• Haciéndolo tu mismo te libras de tener que depender del envasado innecesario de los productos de supermercado. 
• Conseguirás ahorrar unos eurillos. 
• Sabes con seguridad que no lleva compuestos nocivos para tu salud y que no han sido probados en animales. 

Y todo esto con tres simples ingredientes, allá va: 

Ingredientes:

• 6 Litros de aceite usado (preferentemente filtrado para evitar grumos en el jabón)
• 3 Litros de agua
• 1 Kilo de sosa caustica (en bolas o escamas)
• Aceites aromáticos orgánicos, aloe vera, avena…
• Una olla y un recipiente para echar la mezcla
• Opcionalmente podemos hacer jabones con diferentes formas usando moldes, como por ejemplo para repostería

*Las medidas de aceite, agua y sosa se pueden hacer proporcionales por si se quiere hacer más o menos cantidad de aceite

Instrucciones:

1º Se empieza calentando el agua en una olla hasta que empiece a hervir.

2º Posteriormente lo vertimos sobre un recipiente.

3º Empezamos a echar poco a poco la sosa cáustica y removemos hasta disolverla completamente en el agua caliente. Hay que tener cuidado porque en este proceso se desprenden gases que pueden ser nocivos, se aconseja apartarse de la fuente de emisión de gas, taparse con una mascarilla o ponerse en dirección contraria del viento.

4º Poco a poco empezamos a echar el aceite y removiendo siempre hacia la misma dirección porque si se cambia de sentido el compuesto que estamos creando se “cortaría” y no conseguiría cuajarse. Cuando empecemos a ver que la tonalidad de la disolución cambia a tonos blancos o más claros es momento de añadirle el aloe vera, avena o aceites aromáticos.

5º Ahora es el momento de ponerlo en moldes o bien dejarlo en el recipiente en un lugar fresco y con sombra para que el jabón cuaje

6º Pasado un tiempo (aproximadamente 2 semanas, aunque puede tardar más o menos dependiendo de lo bien que se haya mezclado) el jabón habrá cuajado y voilà! Solo queda desmoldar y cortar en trozos.

Debemos de tener en cuenta que puede crearse una capa superficial de aceite y que el jabón ya esté cuajado no pasa nada, es normal, puede que sea un exceso de aceite que no ha conseguido homogeneizarse en la mezcla. Guárdala para tu futuro jabón.

Otro aspecto es que este jabón se puede usar para todo tipo de zonas del cuerpo, pero se aconseja esperar unos 3 meses para que la sosa cáustica desaparezca totalmente y no haya riesgos a la hora de usarse.